Nos basamos en las posibilidades de un futuro incierto marcado por el veloz tiempo de los acontecimientos actuales y las consecuencias del post-internet. Ya sea a nivel ecónomico, ecológico, político o social, los límites entre lo humano y lo tecnológico se difuminan cada vez más, fundiéndose entre lo orgánico y lo sintético.

Nos encontramos en un ritmo frenético dónde no se puede frenar. Hay una necesidad anidada de estar haciendo algo todo el tiempo, rodeadas de hiperestímulos constantemente. Ya no podemos funcionar sin la ayuda tecnológica. La tecnología se yuxtapone con la vida humana. ¿Qué es y no es real?

En un mundo gobernado por el capital, es inconcebible imaginar otras alterntivas políticas y económicas al capitalismo. El estado de individualización competitiva radical hace que no podamos actuar juntos y tomar una acción colectiva. El sentimiento de colectivo, grupo, comunidad, está cada vez más atenuado. No sabemos dónde termina la tecnología y comienza lo humano, y abrazamos las posibilidades que trae esta incertidumbre.

La sintocracia es el territorio que nos permite conectar con otros que compartan nuestras pasiones e intereses. Somos conscientes de que ya no hay vuelta atrás para la tecnología, que ahora forma parte de nuestras vidas. Exploramos la unión entre lo digital y lo humano, a través del sintetizador. Utilizamos esta herramienta para la comunicación y la expresión propia.

Visionamos una solución aprovechando el poder de la tecnología y la sociedad para crear un espacio donde todos podamos conectarnos y expresarnos en nuevas y excitantes vías.